
Tal vez este sea un buen momento para redescubrirnos. Para atrevernos, al fin, a ser nosotros mismos.
Si todo lo que creíamos normal y adecuado, importante, imprescindible y cotidiano, de pronto se ve cuestionado. Si las escalas de valores y las prioridades se ven transformadas, invertidas, caducadas, absurdas. Tal vez sea la hora. Tal vez sea ya impostergable la llamada de nuestra propia y auténtica voz.
Probablemente, la nueva normalidad a la que nos asomaremos se parezca un poco a la experiencia del cuento de Ray Bradbury “El ruido de un trueno”, en la que después de visitar el pasado, los viajeros vuelven a un presente similar pero distinto, parecido pero irreconocible, familiar pero incomprensible; para finalmente constatar con estupor que uno de ellos había, sin saber, violado las reglas. Mirando sus botas, se encuentra una mariposa aplastada. Una simple mariposa muerta que lo cambiaría todo.
Tal vez no deberíamos ya seguir poniendo excusas y buscando pretextos para no hacer lo que debemos hacer, lo que vinimos a hacer, lo que queremos, lo que amamos hacer. Porque somos frágiles, vulnerables, finitos. Nada está asegurado. Y eso, más que hundirnos en el desasosiego debería animarnos, de una vez, a vivir. A oír, a obedecer lo que nos dicta nuestra pulsión, nuestra conciencia. A encender la llama y volverla perpetua.
Compartimos algunas palabras de distintos autores que pueden inspirar, ayudar a encontrar el rumbo. Y a descubrir que la búsqueda es tan importante como la meta.
Ken Robinson lo llama: encontrar nuestro Elemento.
«Cuando estamos en nuestro Elemento, sentimos que estamos haciendo lo que se supone que tenemos que hacer y siendo lo que se supone que debemos ser. Cuando se está conectado de esta manera con nuestros más profundos intereses y nuestra energía natural, el tiempo tiende a pasar más rápido, con mayor fluidez. Uno se desplaza hacia cierto tipo de «metaestado» donde las ideas aparecen más rápidamente, como si estuvieses conectado a una fuente que hace que sea significativamente más fácil lograr tu cometido. Cualquier cosa que estés haciendo resulta sencilla porque unificas la energía con el proceso y con el esfuerzo que estás haciendo. Y sientes realmente que las ideas fluyen a través y fuera de ti, y que de alguna forma estás canalizándolas; estás siendo su instrumento en lugar de obstruirlas o empeñarte en alcanzarlas.» Ken Robinson
El poeta E. E. Cummings nos anima a ser lo suficientemente valientes de ser nosotros mismos. La única batalla que merece la pena y que es necesario afrontar:
«Ser únicamente quien eres, en un mundo que hace todo lo posible por convertirte en todos los demás, implica luchar la batalla más difícil que puede librar cualquier ser humano; y no dejar nunca de hacerlo.» E. E. Cummings
«Estoy convencido de que la única cosa que me sostuvo era que amaba lo que hacía. Uno tiene que descubrir lo que ama. Tu trabajo va a llenar una gran parte de tu vida y la única manera de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que uno cree que es un gran trabajo. La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que uno hace. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te quedes quieto. Como en todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres. Y, como en toda gran historia de amor, solo será mejor y mejor a medida que pasan los años. Así que sigue buscando, hasta que lo encuentres. No te detengas.» Steve Jobs
James Rhodes lo expresa también en su libro autobiográfico “Instrumental” hablando de su hijo:
«Quiero que conozca el secreto de la felicidad, algo tan sencillo que da la impresión de que por esa razón mucha gente no lo pilla. El truco consiste en dedicarte a hacer lo que quieras, lo que te haga feliz, siempre que no perjudiques a los que te rodean. No en hacer lo que crees que deberías. Ni lo que te parece que otros creen que deberías hacer, sino actuar de un modo que te procure una inmensa felicidad. Poder contestar con un «no» amable y educado a las cosas que no te gustan, alejarte de situaciones que no te ayudan a sentirte realizado, para acercarte a aquello que te deleita. Y no hay nada que no esté dispuesto a hacer para contribuir a que lo logre.» James Rhodes
Dicho con contundente brevedad: «El mundo necesita personas que amen lo que hacen.» Martin Luther King
¿Qué estamos esperando para ser quiénes somos, para hacer lo que amamos, para hacer lo que debemos hacer? Nadie más que nosotros mismos tiene la llave. Nadie más que nosotros mismos conoce el camino. Nadie más que nosotros vivirá nuestra vida. Nadie puede decirnos dónde, por qué ni cómo hacerlo. Pero sí cuándo. Y la respuesta es: ahora.
Más artículos sobre la búsqueda de nuestro propósito y nuestro propio camino.
El mundo necesita gente que ame lo que hace
La importancia de ser valiente para ser tú mismo
Más artículos de interés en nuestro blog.
Fotografía ©Mat Collishaw · Insecticide Collection
La cuestion es que estos ninos suelen terminar aislados, encerrandose en si mismos, sin amigos, sin hablar con nadie, con grandes carencias en cuanto a sus habilidades sociales. Pero lo que todavia es mas grave, porque normalmente termina convirtiendose en un problema de salud. A nosotros nos vienen con baja autoestima, con ansiedad, con depresion. Y otras veces terminan siendo derivados a los equipos de salud y siendo mal diagnosticados. Hay un gran desconocimiento en el entorno educativo y tambien en el medico, por desgracia, de lo que son la superdotacion y las altas capacidades. Muchos terminan diagnosticandoles como TDAH, medicandoles sin necesidad o diagnosticandoles Asperger o problemas de conducta, problemas que, posteriormente, los psicologos no especializados en la materia no entenderan ya que no saben por que este nino se comporta asi. Los ninos lo pasan fatal. Y nos encontramos con casos muy graves. De hecho, en nuestro colectivo hay casos de depresion gravisima y de suicidios a menudo por falta de entendimiento.